Manejo del desprendimiento de retina complejo mediante retinectomía: resultados anatómicos y visuales en población mexicana

Artículo original de Geovanni J. Ríos-Nequis et al.

Resumen y comentario por el Dr. Eduardo Torres Porras

El manejo del desprendimiento de retina complejo siempre se ha considerado uno de los grandes retos para el cirujano de vítreo y retina. En relación a esto, es importante definir el término “complejo”, el cual los autores nos recuerdan: desprendimiento de retina regmatógeno + vitreorretinopatía proliferativa (VRP), desprendimiento de retina traccional, desprendimiento de retina secundario a desgarro gigante de retina, y desprendimiento de retina secundario a trauma ocular.

 

Las descripciones de técnicas quirúrgicas se encuentran publicadas desde 1979, y la primera referencia de emplear una retinectomía 360º fue realizada por Haut et al en 1985.

 

En resumen, las técnicas describen el cortar/remover la retina contraída en la periferia y así, “liberar o relajar” tracciones retinianas, y lograr su aplicación central para conservar anatomía y función visual.

El objetivo principal de los autores del presente estudio es dar a conocer el resultado anatómico (reaplicación de retina) del desprendimiento de retina complejo manejado con retinectomía 180º o 360º, y de manera secundaria, la agudeza visual mejor corregida, número de cirugías para aplicar la retina y complicaciones asociadas al tratamiento quirúrgico.

 

El estudio fue realizado de manera retrospectiva en el departamento de retina del Hospital de Nuestra Señora de la Luz, e incluyó pacientes con desprendimiento de retina regmatógeno + VRP grado C anterior y posterior con seguimiento mayor de 6 meses. Los resultados se dividieron en dos grupos: éxito anatómico (retina aplicada al final del seguimiento) y fallo (retina que nunca logró aplicarse al final del seguimiento).

 

Es importante destacar que, a todos los pacientes incluidos en el estudio se les había realizado previamente o en el momento de la cirugía: facoemulsificación + implante de lente intraocular + retinopexia. Extraer el cristalino facilita remover la base del vítreo de una manera más eficiente; el cerclaje (la relajación de base del vítreo e identificación de las lesiones preexistentes) y las retinectomías realizadas aumentan el éxito quirúrgico.

La técnica descrita por los autores es muy valiosa para el éxito anatómico, y podría resumirse en: uso de azul brillante para distinguir VRP de una mejor manera y así facilitar su remoción; posterior ello, hacer retinectomía medio meridiano más anterior a lugar de la contracción; remover retina sana medio diámetro de disco hacia polo posterior, en el lugar de la contracción, para maximizar la relajación de las tracciones; finalmente, las retinectomías que involucran más de 180º se extendieron a 360º. Sobre este punto, hay que recordar que el cerclaje escleral pierde utilidad en retinotomías 360º y con el uso de aceite de silicón como tamponado.

 

Se incluyeron 23 ojos de 23 pacientes en los cuales el 91.3 % tenía involucro macular y más de 4 meridianos comprometidos. En el 91 % de los pacientes se realizó retinectomía en una 2.ª o 3.ª intervención, lo cual nos habla de que la retinectomía se realiza principalmente cuando en un primer procedimiento la retina no se logra aplicar y se encuentra VRP de manera extensa. En relación a esto, en esta serie se encuentran buenos resultados, ya que en el 73.9 % de los pacientes se logra aplicar la retina al realizar retinectomía, y una recuperación de agudeza visual de 20/200 en el grupo de éxito.

Es importante conocer las posibles complicaciones secundarias al procedimiento siendo la más frecuente la aparición de membrana epirretiniana (17 %), seguida de hemorragia subretiniana (13 %) e hipertensión ocular. Una complicación importante que en el presente estudio no se presentó fue hipotonía, que puede ocurrir en el 2 % – 43 % de los pacientes que se realizan retinectomías de más de 180º.

Podemos concluir que realizar retinectomías de más de 180º en desprendimiento de retina regmatógeno complejo P, utilizando una técnica adecuada como la describen los autores, resulta en un muy alto porcentaje que la retina se reaplique. Debemos conocer las potenciales complicaciones y el porcentaje de fallo, y, sobre todo, explicar al paciente la potencial ganancia visual al obtener éxito quirúrgico.

Ríos-Nequis GJ, Hayashi-Mercado R, Gutiérrez-García LD, Pita-Ortíz I, Levine-Berevichez A, Ramírez-Estudillo JA. Manejo del desprendimiento de retina complejo mediante retinectomía: resultados anatómicos y visuales en población mexicana. 2022; 96 (3S):105-110.

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